El centinela (The Sentinel) es un cuento de Arthur C. Clarke famoso por haber sido ampliado (y modificado) en la novela y película 2001: Odisea del espacio.
Fue escrito en 1948 para una competición de la BBC (en la que no participó), y fue publicada primero en la revista 10 Historias de Fantasía, en 1951, con el título Sentinel of Eternity (Centinela de la Eternidad). Apareció primero en EE. UU. en The Avon Science Fiction and Fantasy Reader publicado por Avon Periodicals, Inc. en 1951. A pesar del fracaso de la historia, cambió el curso de la carrera de Clarke. Léelo aquí: El Centinela - Arthur C. Clarke.
Crítica:
He leído poco a Arthur C. Clarke. Aunque no sé con exactitud cuántos cuentos he leído del autor, recuerdo haber leído Alba de Saturno, Antes del Edén y Crimen en Marte.
El centinela es el cuento corto que originó una de las más famosas historias de la ciencia ficción: 2001: una odisea del espacio. De ahí que este relato sea tan importante y reseñado. El cuento me parece coherente y bastante aceptable y además pienso que es ligeramente estimulante. No obstante, la escritura es un poco mecánica y simple. Su personaje no es memorable, así como tampoco es el personaje de la película que nació gracias a este relato. Pienso que el autor privilegia la historia sobre los personajes y creo que es una de las razones por las que muchos rechazan su obra.
Su lenguaje científico es bastante atractivo y aporta sin duda alguna el toque de ciencia que todo relato de ciencia ficción, valga la redundancia, supone tener. Lo que me parece más llamativo de sus relatos son los detalles científicos que guían al lector y le explican la coherencia de la historia. Los interesados en la ciencia van a encontrar en sus relatos una lectura estimulante, pero los interesados en la literatura y el estilo tal vez no se vean tan satisfechos.
Esto es porque su estilo no es el más llamativo. A pesar de que el autor es capaz de crear tensión narrativa, sus personajes están pobremente construidos, ya que no reflejan un submundo fuera del cuento, no reflejan una historia detrás de sí mismos. Pareciera como si fueran personajes que se crean para los fines de la historia y nada más. Inclusive, los protagonistas de sus cuentos no generan conexión o empatía. No generan recordación, no tienen esa chispa adicional de un personaje ficticio memorable.
Por otro lado, los diálogos son impecables, aunque demasiado serios y descriptivos. La narración es bastante precisa y creo que empezar por los relatos de Arthur Clarke para acercarse a la ciencia ficción es un buen comienzo, a sabiendas de que existen mejores escritores de cuentos ciencia ficción, como Philip K. Dick.
Leer a Arthur Clarke nos da un panorama justo de lo que consiste la ciencia ficción literaria, aunque no nos da su mejor impresión y tampoco nos muestra todas sus posibilidades. En conclusión, si lees a Arthur Clarke y te gusta, otros relatos de ciencia ficción mejor elaborados se convertirán instantáneamente en tus favoritos.
Fue escrito en 1948 para una competición de la BBC (en la que no participó), y fue publicada primero en la revista 10 Historias de Fantasía, en 1951, con el título Sentinel of Eternity (Centinela de la Eternidad). Apareció primero en EE. UU. en The Avon Science Fiction and Fantasy Reader publicado por Avon Periodicals, Inc. en 1951. A pesar del fracaso de la historia, cambió el curso de la carrera de Clarke. Léelo aquí: El Centinela - Arthur C. Clarke.
He leído poco a Arthur C. Clarke. Aunque no sé con exactitud cuántos cuentos he leído del autor, recuerdo haber leído Alba de Saturno, Antes del Edén y Crimen en Marte.
El centinela es el cuento corto que originó una de las más famosas historias de la ciencia ficción: 2001: una odisea del espacio. De ahí que este relato sea tan importante y reseñado. El cuento me parece coherente y bastante aceptable y además pienso que es ligeramente estimulante. No obstante, la escritura es un poco mecánica y simple. Su personaje no es memorable, así como tampoco es el personaje de la película que nació gracias a este relato. Pienso que el autor privilegia la historia sobre los personajes y creo que es una de las razones por las que muchos rechazan su obra.
Su lenguaje científico es bastante atractivo y aporta sin duda alguna el toque de ciencia que todo relato de ciencia ficción, valga la redundancia, supone tener. Lo que me parece más llamativo de sus relatos son los detalles científicos que guían al lector y le explican la coherencia de la historia. Los interesados en la ciencia van a encontrar en sus relatos una lectura estimulante, pero los interesados en la literatura y el estilo tal vez no se vean tan satisfechos.
Esto es porque su estilo no es el más llamativo. A pesar de que el autor es capaz de crear tensión narrativa, sus personajes están pobremente construidos, ya que no reflejan un submundo fuera del cuento, no reflejan una historia detrás de sí mismos. Pareciera como si fueran personajes que se crean para los fines de la historia y nada más. Inclusive, los protagonistas de sus cuentos no generan conexión o empatía. No generan recordación, no tienen esa chispa adicional de un personaje ficticio memorable.
Por otro lado, los diálogos son impecables, aunque demasiado serios y descriptivos. La narración es bastante precisa y creo que empezar por los relatos de Arthur Clarke para acercarse a la ciencia ficción es un buen comienzo, a sabiendas de que existen mejores escritores de cuentos ciencia ficción, como Philip K. Dick.
Leer a Arthur Clarke nos da un panorama justo de lo que consiste la ciencia ficción literaria, aunque no nos da su mejor impresión y tampoco nos muestra todas sus posibilidades. En conclusión, si lees a Arthur Clarke y te gusta, otros relatos de ciencia ficción mejor elaborados se convertirán instantáneamente en tus favoritos.
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